Un día, Ananda recibió un visitante. Era un horrible espíritu hambriento, que expelía fuego de su boca. Dijo, “Morirá en tres días y caerá en el Mundo de los espíritus hambrientos. Este es su destino. Si no le gusta, mañana deberá servir comida para todos los espíritus hambrientos".
Parecía imposible servir comida para todo el mundo de los espíritus hambrientos. Ananda le preguntó al Buda cómo podía salvarse de su destino funesto. El Buda le contestó: “En lugar de servir comidas, oficia un servicio para ellos y canta los sutras. Los méritos de oficiar servicios y cantar sutras los salvará a todos de sufrir de hambruna”. Este es el origen del Segaki.
Las ceremonias
El Segaki puede oficiarse en cualquier momento, pero el propósito de este evento es casi el mismo que los eventos de verano asociados con Obon. Se puede decir que el “Obon es oficiado para salvar a amigos, parientes o almas perdidas, mientras que el Segaki es para salvarse a uno mismo”. El primer servicio del Obon fue oficiado por Mokuren para salvar a su madre. El primer servicio de Segaki fue oficiado por Ananda para salvarse de caer al mundo de los espíritus hambrientos. El resultado resultó ser el mismo: intentar salvar a todos los seres vivos y a todas las almas del sufrimiento.
Nuestro fundador Nichiren Shonin escribió acerca del episodio de Mokuren en una carta comúnmente conocida como el Urabon Gosho:
“Después de todo, Mokuren no pudo salvar a su madre en sufrimiento debido a que creía en las enseñanzas de Hinayana y cumplía con sus 250 disciplinas. Sin embargo, Mokuren puso luego su fe en el Sutra del loto y descartó las 250 disciplinas. Recitaba el Sutra del loto ‘Namu Myoho Renge Kyo’ de memoria. Como resultado, se convirtió en un Buda llamado Tamarabassendan Fragrance Buddha. En ese momento sus padres también se convirtieron en Budas.
“El gran mérito de la fe de Mokuren en el Sutra del loto es que no solo alcanzó para si mismo el estado de Buda, sino que sus padres también lograron lo mismo. No solo sus siete generaciones de ancestros y parientes venideros, sino también aquellos en innumerables generaciones en el pasado y el futuro están destinados a lograr el estado de Buda sin saberlo. … Por lo tanto, se declara en el tercer rollo del Sutra del loto que ‘Este mérito se expanda a todos los seres vivientes, y que todos juntos logremos el estado de Buda’”.