Comunes a todas las escuelas del budismo

Obon es oficialmente llamado Urabon, que viene de la palabra en sánscrito “ullambana”, que significa colgar al revés. Esto simboliza el sufrimiento de estar en una situación donde mientras más comemos, más hambre tenemos. Mientras más intentemos evitar el sufrimiento, más sufrimiento encontraremos. La situación también simboliza el sufrimiento del mundo de los “Espíritus hambrientos” llamado “Gaki”. Este principio está basado en la visión budista de “los seis mundos”. Segaki significa ofrecer algo a los Espíritus hambrientos.

Los seis mundos

En el budismo, todos los seres vivos se mueven entre los seis mundos. El “Karma” que tiene cada uno está determinado por la ley causa-efecto. Los seis mundos consisten en “infierno, espíritu hambriento, animal, Asura (guerra), humanidad y ser celestial”. El infierno es el mundo del sufrimiento. Los espíritus hambrientos (Gaki) es el mundo del anhelo y hambre eternos. El animal es el mundo de la opresión. El asura es el mundo del conflicto. La humanidad es aquí en la tierra. Y el ser celestial es el placer. Renacer en uno de estos mundos depende de lo que hemos hecho en la vida presente y también en las vidas anteriores.

Para comprender los seis mundos, es útil pensar en ellos como seis etapas de las emociones. A veces sufrimos y luego sentimos alegría. A veces pasamos hambre y luego nos sentimos enojados. Sin importar si sentimos sufrimiento o alegría, existe un motivo. Dado que estamos relacionados con las causas del sufrimiento, sufrimos. Dado que estamos relacionados con las causas de la alegría, sentimos alegría.

Ciclo del renacimiento

Cuando esta relación entre causa y efecto supera la vida y la muerte, se llama “el ciclo del renacimiento”. Esta es una característica distintiva del budismo. El ciclo del renacimiento o “Rinne” no es solo una historia de misterio. Proviene de la relación entre causa y efecto. Nació porque existía alguna razón para que naciera. Está viviendo debido a que existe un motivo para que esté vivo.