Por cierto, me dijo alguien que no necesitaba tener un Butsudan debido a que sus padres tienen uno. ¿Es cierto esto? No. Debemos tener un Butsudan para cada casa, al igual que necesitamos electricidad y agua para cada casa.

Debemos creer en el budismo no solo en el templo, sino también en casa. No sirve de nada si no creemos en el budismo en nuestras vidas diarias. Para apreciar completamente el budismo, debemos poner en práctica nuestra creencia en el budismo. En aras de la creencia en nuestras vidas diarias, necesitamos un Butsudan en casa, dedicado al Buda.

¿Qué hay en el Butsudan?

¿Cómo armo un Butsudan? Primero, debemos poner el Dai-Mandala en la pared del fondo en el Butsudan. El Dai-Mandala es uno de los horizontes (objeto de adoración) más importantes, escrito originalmente por Nichiren Shonin. Muestra el verdadero mundo del Buda. Con el Dai-Mandala, Nichiren Shonin manifiesta el poder salvador, la compasión y la sabiduría del Buda. Podemos poner la estatua del Buda frente al Dai-Mandala. Esto significa que el Buda está en el centro del Universo. En el segundo estante, colocamos la estatua de Nichiren Shonin. Lo que significa que recibimos las enseñanzas del Buda a través de Nichiren Shonin. En el siguiente estante, ponemos el Ihai (tabletas conmemorativas) de nuestros ancestros y el Kakocho (registro de ancestros familiares). Esto nos muestra que nuestros antepasados viven felices con el Buda en sus siguientes vidas y nunca nos pierden de vista. Así pues, debemos cuidar mucho el Butsudan. Debemos mantenerlo limpio y colocarlo en un mantel o mesa en la sala, donde se reúne siempre la familia, pero no en el suelo. Si adquirimos uno nuevo, debemos pedir a un monje que oficie una “Ceremonia de apertura de ojos”. Esta ceremonia no es sólo para abrirlo sino para dar la bienvenida a nuestro hogar al Buda y para prometer que se creerá firmemente en él.